lunes, 26 de enero de 2015

PS VITA

Más allá de las impresionantes posibilidades gráficas de la consola, lo que realmente diferencia a Vita de la competencia es su bella pantalla OLED. Colores vivos y profundos negros se unen a una gestión de movimiento casi perfecta que ninguna pantalla LCD puede igualar. También es uno de los componentes más caros del hardware de Vita, así que para reducir el precio del nuevo modelo debía desaparecer. Con la nueva PCH-2000 vemos que la pantalla OLED deja paso a un panel LCD IPS, y aunque la densidad de pixeles y la resolución 960x540 se mantiene, el cambio de tecnología tiene implicaciones en otros aspectos de la calidad de imagen. La gestión del movimiento es menos impresionante, con halos visibles en escenas de movimiento rápido y giros rápidos de cámara, y los colores son menos vivos y con un ratio de contraste mucho menor.
Los profundos negros de la Vita original parecen ahora más grises con el panel de la PCH-2000, aunque el pequeño tamaño de la pantalla enmascara un poquito las diferencias. De hecho, debido a su menor ratio de contraste y negros más pobres, la pantalla de la PCH-2000 parece más brillante que la OLED original cuando están configuradas al mismo nivel de brillo a expensas de cierta falta de profundidad y tridimensionalidad. El uso de un panel IPS implica que los ángulos de visión son bastante generosos y la fidelidad del color bastante buena, aunque con menos saturación los colores no resaltan tanto como en la bella pantalla de la Vita original.



A continuación podéis ver una comparativa gráfica de la pantalla de ambas consolas, la original a la izquierda y la PCH-2000 a la derecha. El uso de un panel LCD en el nuevo modelo produce colores menos vivos, un ratio de contraste menor y una gestión de movimiento más pobre. Sin embargo la gran densidad de pixeles permite que la imagen sea clara y nítida, y el brillo percibido es realmente mayor.
Aunque el uso de un panel LCD no puede igualar el nivel de rendimiento de la pantalla OLED del anterior modelo de Vita, sí puede decirse que mantiene el tipo frente a la de algunos smartphones de gama alta. En este aspecto la pantalla de la PCH-2000 sigue siendo excelente, por delante de la de las portátiles de la competencia, aunque no resulte tan cautivadora como la pantalla OLED original.
Pasando a la autonomía de la batería, Sony asegura que el nuevo modelo PCH-2000 aporta una hora extra de tiempo de juego con una carga completa si se compara con la Vita original, que ofrecía cerca de cinco horas según la carga del procesador y el brillo de la pantalla. Durante nuestras pruebas conseguimos sacar de la PCH-2000 seis horas y nueve minutos, incluyendo varias sesiones de juego (con Rayman Legends, Need for Speed: Most Wanted y Assassin's Creed: Liberation), toma de fotografías y encencidos y apagados (también en reposo) para simular el uso real. El selector de brillo estaba situado a la mitad, pero aún así la pantalla iluminaba suficiente como para jugar bien en una habitación bien iluminada con una ventana.
Por otro lado, los tiempos de carga no han variado, algo que no debería sorprender si se tiene en cuenta que este aspecto viene limitado por la velocidad de las tarjetas de memoria donde se almacenan los juegos y por la RAM disponible. El gigabyte de memoria adicional que incluye la PCH-2000 se utiliza sólo para almacenamiento, pero la ventaja aquí es que no necesitas comprar una tarjeta adicional para jugar a títulos que anteriormente necesitaban una en la Vita original. Dada la naturaleza cara y propietaria de las tarjetas de Vita este es un paso lógico por parte de Sony.